HISTORIA DE UN VERANO NO TAN LEJANO (tres días en Ravenna)

Llegaba el verano, y con él, las ganas de salir de la ciudad para explorar nuevos y gustosos destinos de mar. Por unos días elegimos la Romagna, en específico las costas alrededor de Ravenna. Las playas de la zona son arenosas y amplias, con un mar plano y sosegado. Nuestras días transcurrían en la arena; un libro, una sombrilla, y una cava con refrigerios, era todo lo que necesitábamos. Y así , con la mente despejada y el estómago despierto, todas la noches nos dedicábamos a explorar la histórica y encantadora ciudad, y  por supuesto la gastronomía local.

Como toda en toda la región de la Emilia Romagna, en la cocina tradicional de Ravenna no falta la pasta fresca all’uovo: tagliatelle, cappelletti, cappellacci, garganelli, tortelloni, entre otras maravillas. Tampoco el Squacquerone DOP , un queso fresco suave, ligeramente dulce, que acompañado de los salumi  tradizionali y la infaltable piadina , forman el antipasto prefecto a cualquier degustación.

Nosotros lo comimos todo y aquí te traemos nuestra selección para que la tengas desde ya anotada para una futura, y porque no?, cercana visita.

Día 1. La Piadineria

Para el que no sepa, la piadina o piada romagnola es un pan plano, sin levadura hecho de harina de trigo, agua, manteca o aceite de oliva. Se cocina sobre una plancha y luego por ejemplo se rellena de quesos y/o embutidos. Es uno de los tantos productos gastronómicos italianos con IGP (Indicazione geografica Protetta) y es sin duda un símbolo del streetfood italiano.

Probamos las de Piadineria La Tonda. Un local en pleno centro, donde puedes comer o pedir para llevar. La combinaciones de sabores siguen la tradición romagnola, como por ejemplo, la que nosotros probamos: Squacquerone, prosciutto crudo y rucola.

De ahí seguimos con la degustación, y nos fuimos a la Piadineria  L’ingrediente Segreto. En su menú no falta la tradición, pero tampoco la innovación. Ofrecen opciones distintas como la piadina de masa integral, la de masa sin manteca, o la la masa con aceitunas o rosmarino; y combinaciones de rellenos menos tradicionales, como por ejemplo la de Bresaola e Philadelphia.  

En las piadinerie también puedes conseguir i crescioni, hechos con la misma masa de la piadina pero rellenos y cerrados en forma de media luna.

 

Día 2 La Trattoria.

Los sabores regionales nos esperaban y Trattoria la Rustica nos tentaba. El local a conducción familiar, existe desde 1989, aunque no siempre en la misma sede, pero si con el mismo espíritu: ofrecer a los comensales los sabores típicos de la cucina tradizionale romagnola.  Los productos e ingredientes son frescos y de optima calidad. El menú es tradicional, con ciertos toques de innovación y creatividad. El ambiente es familiar y relajado. El gusto es garantizado.

Todos los platos estuvieron increíbles. Los precios son súper honestos y la atención dedicada Aquí abajo, te dejamos la descripción detallada,

 Antipasti

 - Salumi tradizionali con squacquerone e fichi caramellati, acompañados de piadine hechas en casa. (Sin duda mi antipasto favorito)

 - Fiori di zucca ripieni gratinati con battuto di olive.

 Primi piatti

- Cappelletti al ragù di carne.

- Chitarrine fresche con pesto ai pistacchi e pomodorini dorati.

 -Garganelli alla Renza. I garganelli es un tipo de pasta fresca al huevo, de formato corto y rigato cuya forma recuerda un garganel (esófago del pollo en dialecto romagnolo). Alla Renza es una receta original de la trattoria, que sería esta pasta con una salsa a base de aceite de oliva, ajo, crema, grana padano, prosciutto y perejil.

Dolci

-Crostata alla marmellata di limoni con gelato alla crema (El postre ganador, la mermelada se derrite en la boca).

-Salame di cioccolato.

https://www.trattoria-larustica.it/

Día 3 L’Osteria

En una calle tranquila del centro de Ravenna, encontramos este magnifico lugar llamado la Osteria del Tempo Perso,  en su propuesta destacan los platos a base de Pescado pero no faltan los sabores de la tierra. Su cocina es creativa pero sin dejar atrás la tradición romagnola.  El local es acogedor, el jazz de fondo, las botellas de vino y los libros en la paredes, te hacen sentir en la sala de la casa de algún familiar o amigo. La carta de vinos es interesante y el menú invitante.  Nosotros nos decidimos por los platos a base de pescado, después de tres días envueltos en profumi de mare era justo y necesario.

Los sabores fueron inesperados y delicados. Un regalo al paladar y una experiencia sensorial.

 Antipasto

- Tagliatelle di seppie, scottate con piselli e bruciatini di guanciale.

Primi

- Gnocchetti di patate, cozze, zafferanno e fiori di zucca.

- Risotto asparagi, squacquerone e capesante.

 Dolce

- Terrina ai tre cioccolati.

https://www.osteriadeltempoperso.it/

Adriana Gerbasi